No lo podemos negar: las rotondas son el punto débil de gran parte de los conductores. De hecho, según informes recientes, dos de cada tres desconocemos todavía quién tiene prioridad en las incorporaciones, lo que ocasiona más de una situación de peligro innecesario. A continuación, algunos consejos útiles:
CUESTIÓN DE PRIORIDADES
Puede parecer muy obvio, pero para no entorpecer el tráfico lo primero que debemos recordar es que la prioridad en la rotonda es de quien ya está dentro, por lo que tendremos que ser pacientes y esperar hasta el momento indicado para incorporarnos. Es importante echar también un vistazo a los demás conductores que esperan para incorporarse, ya que la mitad de accidentes se producen por colisión trasera cuando estamos parados esperando para acceder a la rotonda.
EN LAS INCORPORACIONES…
Nuestra dirección determinará la mejor opción para incorporarnos a una rotonda y, aunque no hay una regla estricta, existen diferentes recomendaciones. Por ejemplo, cuando vayamos a tomar la salida de la derecha o seguir recto en la glorieta, sería mejor que entrásemos por el carril externo. Por el contrario, si vamos a girar a la izquierda o a cambiar de sentido, tendríamos que entrar utilizando el interno.
AL SALIR, SIEMPRE POR EL CARRIL DERECHO
Una regla sencilla y esencial que a veces olvidamos es la de que al abandonar una rotonda deberemos hacerlo siempre desde la derecha. Esto no significa que todas las veces tengamos que incorporarnos por este carril, como acabamos de explicar, pero sí que debemos cambiarnos al carril derecho con la suficiente antelación antes de nuestra salida.
NO OLVIDES LOS INTERMITENTES
Eso sí, tampoco debemos olvidar la importancia de avisar al resto de conductores de nuestras maniobras señalizándolas siempre con los intermitentes. Así, evitaremos confundir a los demás coches y la conducción de todos será mucho más segura.