El automovilismo argentino ha estado plagado de sueños e ilusiones que, lamentablemente, nunca lograron materializarse. Desde circuitos callejeros de renombre hasta categorías innovadoras, el país ha experimentado algunos de los mayores fiascos en su historia automovilística. A continuación, repasaremos cinco de los más notables:
1) GP DE ARGENTINA EN MAR DEL PLATA
En 2012, la entonces presidenta Cristina Fernández anunció con entusiasmo el regreso de la Fórmula 1 a Argentina durante tres años. El circuito callejero diseñado por Hermann Tilke en Mar del Plata prometía ser el escenario de emocionantes carreras. Sin embargo, los problemas financieros para construir el circuito y pagar los avales requeridos por Bernie Ecclestone llevaron a que el proyecto quedara en la nada. Las esperanzas de tener a la F1 en Mar del Plata se desvanecieron ante la falta de recursos y apoyo. El trazado estaba en la zona de Playa Grande. Con unos 5.000 metros, con 18 curvas y un ancho entre 12 y 16 metros, incluía la Escollera Norte y la avenida Peralta Ramos.
2) FÓRMULA 1 EN PALERMO
En 1993, Luis Ruzzi, un ingeniero argentino radicado en Italia, propuso un retorno de la Fórmula 1 a Argentina. El proyecto tenía la aprobación verbal de Bernie Ecclestone y la promesa de incluir el GP argentino en el calendario de 1993. La propuesta de Ruzzi, también muy vinculado al mundo del fútbol, era hacer correr a la F.1 en un circuito callejero en el corazón de Palermo, Buenos Aires. Sin embargo, la ordenanza municipal 17.348/60, que prohibía carreras en el perímetro de la Capital Federal, sepultó las aspiraciones del empresario. La normativa impidió que el proyecto avanzara y se convirtiera en una realidad, aunque dos años después la categoría volvió al autódromo de Buenos Aires.
3) VELOCIUDAD, EL SÚPER AUTÓDROMO DE ZÁRATE
En 2011, el empresario canadiense Eddie Freedman presentó el ambicioso proyecto de Velociudad, un circuito Grado 1 en Zárate preparado para albergar competiciones de Fórmula 1. Con una extensión de 4,7 kilómetros, el trazado prometía ser una joya para los amantes del automovilismo a un costo de 100 millones de dólares. A pesar de la presentación entusiasta y la promoción en la máxima categoría con el piloto mexicano Esteban Gutiérrez como embajador, el proyecto quedó en el olvido.
4) TC TURBO: LA SOMBRA QUE SE DESVANECIÓ
En uno de esos tantos intentos por hacerle sombra al TC2000, la Asociación Corredores Turismo Carretera creó en 1991 el TC Turbo. Era los mismos autos que competían en el Turismo Competición con motores equipados con turbos Garret con una presión máxima permitida de 1,3 Bar y un régimen de 6.000 rpm. La potencia superaba los 300 caballos. En diciembre de 1992, ante un autódromo de Buenos Aires colmado por la definición del torneo de ese año del Turismo Carretera, el TC Turbo realizó una carrera exhibición. El entusiasmo de la ACTC se contrastó con el interés de pilotos y preparadores (solo se presentaron siete vehículos). A eso se sumó la indiferencia del público. Así el TC Turbo quedó rápidamente archivado.
5) LA CARRERA DE TOP RACE EN CANADÁ
A fines de la primera década del 2000, el Top Race vivió una etapa de auge bajo la gestión de Alejandro Urtubey. Sin embargo, la euforia también estuvo acompañada de anuncios grandilocuentes que nunca se concretaron. Urtubey prometió llevar el Top Race a Canadá como telonero de la Fórmula 1, una idea que nunca se hizo realidad. Además, aseguró la expansión de la categoría por todo el continente, incluyendo campeonatos de Top Race en México, Ecuador y Chile, pero estos planes tampoco se materializaron, dejando a los fanáticos con las manos vacías y las expectativas frustradas.
¿Te acordás de algún otro fiasco? Te leemos en los comentarios…