Max Verstappen (Red Bull) no fue el único que se destacó en el Gran Premio de Holanda, 13ª fecha del Mundial de Fórmula 1 que se realizó en Zandvoort. Si bien el neerlandés acaparó todos los titulares por su primer triunfo de local, que además le permitió volver a la cima del campeonato, hubo otros dos pilotos que merecen reconocimiento: el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) y el español Fernando Alonso (Alpine).
Checo tuvo un sábado desastroso que terminó con el 16° puesto en la clasificación. Ante esta situación, el equipo optó por cambiar la unidad de potencia de su auto y, además, hacerle algunos cambios de puesta a puntos por lo que no se respetó el régimen de parque cerrado. La consecuencia fue largar desde los boxes.
Debido a las características de Zandvoort, un circuito estrecho y con escasos lugares de superación, se pensaba que el azteca tenía todas en contra. Sin embargo, una vez más demostró que se potencia ante las adversidades.
Después de largar desde el fondo remontó hasta el octavo lugar, un esfuerzo que fue reconocido por el público al considerarlo el Piloto del Día batiendo incluso al propio Verstappen.
Alonso, en tanto, tuvo un arranque brillante con una certera maniobra al llegar a la tercera curva de la pista holandesa. El bicampeón partió desde el noveno lugar, pero en pocos segundos se colocó séptimo después de superar, con el peralte de la variante como aliado, a su compañero Esteban Ocon, primero; y al italiano Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo), después.
Sobre el final Nano se convirtió en una seria amenaza para su compatriota Carlos Sainz (Ferrari), al que logró superar en la última vuelta para alcanzar así el sexto lugar. Una nueva muestra que este cuarentón sigue en buena forma.