En abril pasado el monegasco Charles Leclerc, piloto del equipo Ferrari de Fórmula 1, fue víctima de un robo. Tres muchachos, que se hicieron pasar por su fanáticos, le sustrajeron un exclusivísimo reloj Richard Mille valuado en dos millones de euros.
Según informó el diario Il Mattino, los ladrones son parte de una banda napolitana que ante la dificultad de vender el reloj de Lecler por un millón de euros, como pretendían, lo vendieron por muchísimo menos…
El reporte del matutino indica que los ladrones jamás se imaginaron que tendrían dificultad en vender el Richard Mille hecho a mano. “Nadie estaba dispuesto a comprarlo, ni siquiera las personas bien establecidas en el sistema penal. Ni siquiera -por así decirlo- los contactos clásicos, esos que son capaces de dar una segunda vida a cualquier bien valioso”, indicó Il Mattino.
“Ese reloj era difícil de ubicar por una sencilla y elemental razón: estaba dedicado y tiene la firma del piloto reproducida a modo de serigrafía con una técnica artesanal única en el mundo”, indicó.
“Por el momento solo hay hipótesis que permiten decir que el reloj de Leclerc se ha vendido, aunque a un precio mucho más bajo y lejos de Nápoles. Actualmente estaría -y el condicional es imprescindible- en la muñeca de un empresario español, que habría desembolsado 200 mil euros por el reloj del piloto de Fórmula 1”, especuló el diario.
Las investigaciones para tratar de recuperar el reloj de Leclerc las está llevando a cabo el subcomisario Raffaele Giardiello, recientemente premiado en España por detener a un ladrón que le robó un reloj a un jeque en Ibiza.