Trasladarse en auto por las zonas céntricas de las principales ciudades de América Latina suele ser un verdadero desafío. Tránsito creciente, obras públicas, cortes de calles y otros fenómenos urbanos complican la circulación.
La alternativa de la bicicleta o el transporte público no siempre son viables y es ahí cuando el carsharing, un sistema de autos compartidos que permite alquilar un vehículo por determinada cantidad de tiempo para trasladarse de un sitio (pick up) a otro (drop off), aparece como solución.
Esta modalidad ya se lleva a cabo en al menos 2.000 ciudades del mundo con más de 15 millones de usuarios registrados y una flota superior a los 157.000 automóviles, según un estudio de la Universidad de California en Berkeley.
“Compartir un vehículo para trasladarse por la ciudad no sólo representa beneficios económicos para los usuarios que eligen esta modalidad, ya que los gastos tanto monetarios como de tiempo se reducen, sino que a su vez es una acción relevante para empezar a disminuir de forma sostenida y colectiva la huella individual de carbono” , explicó Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA Latinoamérica.
En la Argentina, Toyota, Volkswagen, Mercedes-Benz y Nissan son las primeras marcas en ofrecer sistemas de autos compartidos con un crecimiento cada vez más veloz. Por su parte, compañías como Axion, se suman a esta iniciativa ofreciendo algunas de sus estaciones de servicio como sitios de recogida de vehículos, con algunos descuentos tanto en el alquiler del auto como en el combustible.
Un dato no menos relevante es la adhesión entre los jóvenes a estas nuevas modalidades de transporte. En este sentido, al cambiar las prioridades y hábitos, cambian los ejes de la industria automotriz.
“Además de la emisión de gases causantes del efecto invernadero, la contaminación sonora y el empleo de combustibles que dependen de recursos naturales no renovables, cada auto tradicional repercute en la congestión vehicular, con las consecuentes dificultades para circular fluidamente y el aumento de la probabilidad de accidentes viales. Compartir autos representa una importante reducción en la cantidad de vehículos que circulan por la ciudad”, añade Diego Cosentino, Gerente Regional de FIA Latinoamérica
También existe también otra modalidad de servicios denominada carpooling, un sistema pensado para compartir los viajes en auto cuando los trayectos entre distintas personas son similares. Alrededor del mundo funcionan distintas aplicaciones de carpooling: Bla Bla Car, Waze y Wunder, son algunas de ellas.
La crisis económica y el aumento de la concientización ambiental han hecho de esta práctica una importante alternativa para los viajes en auto. Al ahorro económico de compartir los gastos de un trayecto se unen los beneficios medioambientales de una alta ocupación de los vehículos que provocan la congestión en grandes ciudades.
Desde el sitio web de Carpoolear, un proyecto colaborativo de la asociación civil “Soluciones Tecnológicas Sustentables” de Rosario, resaltan que “cada vez que dos automovilistas deciden compartir el viaje en un solo vehículo, se evita – en promedio, por kilómetro recorrido – la emisión de 150 gr de CO2 a la atmósfera y el consumo de 0,071 litros de nafta”.
También muchas empresas han comenzando a otorgar beneficios al utilizar esta modalidad con el fin de que sus empleados tengan la posibilidad de compartir sus viajes.