El ex presidente de Renault, Nissan y Mitsubishi, Carlos Ghosn, fue puesto en libertad después de estar en prisión desde noviembre pasado por supuestos delitos fiscales tras pagar una fianza de 8,9 millones de dólares.
La japonesa permitió salir bajo fianza al directivo después de rechazar la apelación de la acusación con el fin de que pueda preparar de una mejor forma junto a sus abogados la defensa para el juicio que se celebrará en los próximos meses.
Ghosn tendrá que permanecer en Tokio ya que ha sido despojado de su pasaporte y será sometido a una amplia vigilancia, al aceptar, incluso, instalar cámaras en las entradas y salidas de su residencia.
A pesar de su salida de prisión bajo fianza, el ejecutivo no podrá comunicarse con otras partes implicadas en el caso, ni recibir ni enviar mensajes de texto y únicamente podrá tener acceso al ordenador en el despacho de sus abogados.
El directivo se enfrenta a cargos por supuestos delitos fiscales con agravante de ruptura de confianza, al haber reportado durante casi diez años una remuneración menor de la recibida en realidad con una diferencia de unos 82 millones de dólares.
El que fuera uno de los principales líderes mundiales del sector se enfrenta a una pena máxima de 15 años de prisión, aunque en todo momento se ha declarado su inocencia.
“Soy inocente y estoy totalmente comprometido a defenderme de forma vigorosa en un juicio justo con estas acusaciones sin valor e insustanciales”, aseguró.