Además de ser el mayor productor de autos a escala del mundo, Hot Wheels es una de las marcas más reconocidas por su largo historial, por la calidad de sus productos y por tener una gran cantidad de licencias para reproducir vehículos.
Todo esto en conjunto ha hecho que sus pequeños autos pasen de ser juguetes a piezas de colección. De hecho, está comprobado que gran parte de los “autitos” son adquiridos por adultos que los coleccionan (¡no eras el único!).
Este fervor y pasión que hay por los Hot Wheels ha provocado que ciertos modelos valgan una fortuna, ya sea por su antigüedad y/o por pertenecer a ediciones especiales. Un ejemplo que muestra lo que puede costar un auto de este tipo es este Camaro 1968 que está valuado en 100.000 dólares.
Este valor obtenido se debe a que se trata de una de las 16 piezas que Mattel fabricó en 1968 con motivo del lanzamiento del Camaro. En aquella época cada uno de estos Hot Wheels de edición limitada se vendió en 59 centavos de dólar y ahora vale más que muchos deportivos del momento. Para ser más específicos, el valor de este Camaro a escala es cuatro veces más que el precio de un Camaro real.
Algo que también caracteriza a este Camaro de Hot Wheels es que no solo forma parte de la edición limitada, sino que es un prototipo. Se trata de la pieza fabricada para verificar si el esmalte no tenía imperfecciones antes de enviar el juguete a producción.