Desde hace varios años, las cámaras de visión trasera que muestran a los conductores lo que está inmediatamente detrás de ellos se han vuelto cada vez más populares entre los compradores de coches nuevos. Ahora el nuevo Ford Focus que se comercializa en Estados Unidos está llevando esta tecnología un paso más allá mostrando a los conductores lo que hay a la vuelta de la esquina.
Situada justo encima de la placa de matrícula del vehículo, la cámara captura una vista de 180 grados que puede visualizarse en una pantalla táctil dentro del coche, de modo que los peatones, ciclistas y otros vehículos que pasan pueden verse más fácilmente.
Las maniobras de marcha atrás también son más fáciles gracias a los sensores de radar que controlan la zona detrás del coche y avisan a los conductores de los vehículos y motocicletas que cruzan por detrás. Si el conductor no responde a las advertencias, los frenos se accionan automáticamente.
“Sabemos que, para casi todos nuestros clientes, la marcha atrás es una parte crucial de su conducción diaria y una maniobra que algunos de ellos no disfrutan especialmente. Esta pequeña cámara nos está ayudando a dar un gran paso adelante para que sea más fácil maniobrar marcha atrás”, aseguró Glen Goold, ingeniero jefe de programa de Ford para Focus.
Según un estudio reciente, de las cinco maniobras de conducción más complicadas, cuatro consistían en dar marcha atrás, y la quinta sería conducir en un estacionamiento. El nuevo Focus presenta una gama de características y tecnologías avanzadas más amplia que cualquier otro vehículo Ford.
Además de la cámara de visión trasera, el coche también dispone de un sistema de información de puntos ciegos con alerta de tráfico cruzado que avisa al conductor de los vehículos y motocicletas que pronto puedan cruzar por detrás. El automóvil puede aplicar automáticamente los frenos para evitar o mitigar los efectos de las colisiones si el conductor no responde a las advertencias.