Bugatti iniciará en breve las entregas de las primeras unidades del Divo, el hiperdeportivo con motor de 8.0 L W16 con cuatro turbos de 1.479 CV y capaz de alcanzar una velocidad máxima de 380 km/h. Por ende, aprovechó la situación para revelar los pedidos que algunos clientes realizaron de estas unidades limitadas.
Mientras que la mayoría de los vehículos ofrecen apenas unas opciones de personalización, la gerente de ventas y operaciones de Bugatti, Laure Beneteau, afirmó que “los compradores sueñan con nosotros y la compañía puede hacer realidad cualquier petición”.
Para que su sueño sea real, los clientes de la exótica marca francesa viajan a Molsheim, lugar donde se ubica la planta de la compañía. Allí los recibe un equipo especializado, conformado por un técnico y un diseñador, los cuales lo ayudan a configurar su auto.
El tiempo que les puede tomar su elección varía, ya que de acuerdo a lo explicado por Anne Beynat, coordinadora de ventas, “algunos usuarios saben exactamente que quieren, pero también hay otros que asesoramos hasta el detalle, trabajamos con ellos en conjunto y proponemos sugerencias”.
En concreto, hacer las modificaciones toma meses o incluso un año. Por ejemplo, al utilizar un nuevo color se necesitan hasta cuatro meses, incorporar alguna tapicería especifica de cuero nueve meses y realizar un interior de fibra de carbono hasta un año.
Las personalizaciones pueden ser ilimitadas, ya que entre ellas se incluyen escudos familiares, banderas o los propios logos de los clientes. Otros hacen peticiones muy raras, como que las vestiduras del interior combinen con la cartera o los zapatos, otros graban en el panel posterior las huellas de los pies de algunos de sus hijos o desean tener su nombre bordado en cristales en los paneles de las puertas.
Hablando solo de pintura, Bugatti señala que su elección varía según la región de donde provienen los clientes. Por ejemplo, los europeos son muy conservadores, los asiáticos usan colores inusuales y les gusta combinar, y los americanos o de medio oriente eligen más bien tonos extravagantes y llamativos.
Si bien la compañía cumple con los deseos/caprichos de sus clientes, lo que no se puede hacer es alterar la seguridad del vehículo o cambiar el logo de la marca.