El proveedor mundial de tecnologías y servicios Bosch ha desarrollado una prueba rápida para diagnosticar el coronavirus, por lo que en menos de dos horas y media permite saber si una persona está infectada de COVID-19.
“Queremos que la prueba rápida de Bosch contribuya a contener la pandemia de coronavirus lo más rápido posible. Acelerará la identificación y el aislamiento de pacientes infectados”, aseguró Volkmar Denner, consejero delegado de Bosch.
Desarrollada en seis semanas, la prueba rápida de la compañía alemana puede detectar una infección por coronavirus en menos dos horas y media, medidas desde el momento en que se toma la muestra del paciente hasta que llega el resultado.
Según la firma, otra de las ventajas de su nuevo descubrimiento es que se puede realizar directamente en el punto de atención, lo que elimina la necesidad de transportar muestras y permite aislar a personas infectadas “de inmediato”.
“El tiempo es esencial en la lucha contra el coronavirus. Diagnóstico rápido y fiable directamente en el sitio sin ida y vuelta: esa es la gran ventaja de nuestra solución”, ha añadió Denner.
La prueba rápida de Bosch permite analizar en una sola muestra no solo la existencia o no de COVID-19, sino también de otras nueve enfermedades respiratorias, incluidas la gripe A y B.
Este nuevo desarrollo es el resultado de la colaboración entre la filial de la tecnológica alemana Bosch Healthcare Solutions y la compañía médica de Irlanda del Norte Randox Laboratories.
“La característica especial de la prueba de Bosch es que ofrece un diagnóstico diferencial, lo que ahorra a los médicos el tiempo adicional necesario para realizar más pruebas. También les proporciona un diagnóstico fiable rápido para que puedan comenzar un tratamiento adecuado”, indicó Bosch Healthcare, presidente de Bosch Healthcare Solutions, que ha asegurado que a partir de abril esta prueba estará disponible en Alemania y se extenderá por otros mercados, empezando por Europa.