William Frederick “Billy” Gibbons, nacido el 16 de diciembre de 1949, es el guitarrista y vocalista del power trío ZZ Top, que completan Dusty Hill (bajo) y Frank Beard (batería), y también es un apasionado de los autos customizados. Como en el caso de los temas que crea junto a la legendaria banda de blues y hard rock, que nació en 1969 y aún se mantiene vigente, cada una de sus creaciones tiene un nombre.
Uno de los más populares es “Cadzzilla”, un hot-rod basado en un Cadillac Series 62 Sedanette de 1948 que diseñó Larry Ericson y construyó Boyd Coddington. El nombre de este impactante vehículo es la unión de Cadillac, ZZ Top y Godzilla, el ficticio dinosaurio mutado por pruebas nucleares en el Pacífico. Por esto último, la matrícula tiene la inscripción “I8Tokyo” (I hate Tokyo, es decir “Yo odio Tokyo”).
Ese amor de Gibbons por los autos customizados se aprecia claramente en la discografía de los ZZ. Así lo dejaron ver en las tapas de los discos Eliminator (1983) y Afterburner (1985). Ambos tienen en la portada a un mismo protagonista: un Ford Cupé de 1933, que también es propiedad del frontman. En este caso el trabajo fue realizado por Don Thelen de Buffalo Motor Cars. Fue bautizado como “Eliminator Cupe”. El Ford aparece en todo su esplendor en Eliminator y hasta se lo puede apreciar en varios videos del disco. Mientras que en la otra placa se lo ve volando por el espacio como si fuese una nave intergaláctica.
La hermosa colección de Gibbons se completan con el “Slampala”, un Chevrolet Impala de 1962 que tiene un motor acorde a las exigencias de su dueño, ruedas a medida con neumáticos Toyo Zamalloa con un sistema de bolsa de aire Firestone con mandos de solenoid electrónicos, freno de disco ECI y un equipo de sonido con enormes parlantes.
La lista sigue con “The Mambo Coupé”, un Ford de 1936 que encontró en una tienda de Idaho. “Allí estaba, negro, brillante y duro al máximo”, según recordó alguna vez Gibbons.
Además, es dueño de un Pontiac Silver Streak Leapin’ Limo de 1948 que fue descubierto oxidado en un rancho de Texas, un Ford Highboy Roadster de 1932 muy elegante dotado con un poderoso motor V8 y un Rad-Bad Cadillac de 1961 que su dueño usa para “emprender un viaje sin destino”…