El artista y diseñador Christopher Paris Lacson tuvo la maravillosa idea de combinar el bambú y la propulsión eléctrica para crear una moto llamada Banatti Green Falcon.
Lacson decidió utilizar el bambú porque una vez tratado y estructurado en dos capas laminadas cubiertas de resina epóxica adquiere una resistencia similar a la del acero, aunque con mucho menos peso.
Toda la carrocería de la Banatti Green Falcon, incluyendo el cuerpo principal, el asiento y el alojamiento para el cuadro de mandos digital, pesa sólo 6,5 kg. Ese volumen, según su creador, es inferior a haber realizado el mismo trabajo en fibra de vidrio.
La propulsión de esta singular moto es un motor eléctrico que le permite alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h, aunque la misma está limitada electrónicamente a 96 km/h para lograr una autonomía de 50 kilómetros.