La electrificación de la industria automotriz ha promovido la aparición de nuevas marcas. Tal es el caso de Baltasar, una start up fundada en 2011 por el empresario español Baltasar López y que ya tiene su primer modelo: El Baltasar Revolt.
Con un precio de 230.000 euros, el Revolt está pensado para correr en circuitos, pero también para circular en la calle. “Es un coche eléctrico de carreras que puedes usar en la calle”, define López.
El Revolt tiene 500 caballos de potencia, pesa 700 kilogramos y acelera de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos. Además, cumple con los requisitos de seguridad de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
El bajo peso obedece a que casi todos los componentes son de fibra de carbono, incluyendo la carrocería, interiores, asientos, volante o difusor.
La batería de este automóvil, diseñada y fabricada en colaboración con la start up catalana Millor Battery, pesa 250 kilogramos, y permite al coche alcanzar una autonomía de 600 kilómetros y 40 minutos de duración en condiciones de circuito. Además, en cinco minutos puede cargarse para recorrer 100 km.