En la historia de la Fórmula 1, pocas rivalidades han sido tan intensas y legendarias como la que existió entre el brasileño Ayrton Senna y el francés Alain Prost. Durante los ‘80 y principios de los ‘90, estos dos titanes del automovilismo se enfrentaron en una batalla épica por la supremacía en las pistas, dejando al mundo boquiabierto con su destreza y pasión por la velocidad.
En la cima de sus carreras, Senna y Prost representaban dos estilos de conducción completamente diferentes, y eso llevó a una tensión constante dentro y fuera de la pista. Cada uno era el rival más duro del otro y no estaban dispuestos a ceder un centímetro en su búsqueda por el campeonato mundial. Sus duelos en la pista pasaron a la historia como algunos de los momentos más emocionantes y controvertidos de la máxima categoría.
Sin embargo, el destino tenía preparado un giro sorprendente para esta rivalidad sin igual. El día de la última carrera de Prost en la Fórmula 1, en el Gran Premio de Australia en 1993, ocurrió algo que cambiaría por completo la relación entre ambos pilotos. Prost terminó segundo y ganó su cuarto título; mientras que Senna se quedó con la victoria. El brasileño, lejos de amargarse por la coronación de su rival, alzó el brazo de Prost en el podio y quiso compartir ese momento cumbre con él.
Prost suele recordar ese instante con cariño y afirma que fue un punto de inflexión en su relación con Senna. “Hubo un antes y un después: Senna, antes me veía como el piloto a batir y a ganar como si fuese una guerra total. Hay hechos que lo confirman. Luego, cuando me retiré, hubo una actitud completamente diferente. Ya no tenía la misma motivación, sin mí, perdió un poco sus objetivos”, admitió el galo.
“Nos convertimos en amigos. Me contó cosas íntimas sobre su vida y ya no era el mismo Ayrton Senna que peleaba conmigo en la pista. Recuerdo que quería que estuviera al cargo de la asociación de pilotos y me llamaba varias veces a la semana para pedirme consejo”, reveló Prost con afecto.
Para el francés, su retirada de la Fórmula 1 dejó un vacío en la vida de Senna y eso lo hizo notar el brasileño el mismo día en que falleció durante el Gran Premio de San Marino en Imola en 1994.
El mismo día de su muerte, Senna mandó un bonito mensaje a su gran rival en una entrevista en la TF2, que Prost no escuchó hasta después de su fallecimiento. “Recuerdo un mensaje en la radio en Imola antes de que muriese: ‘Te echamos todos de menos, Alain’… Le entrevistó la televisión francesa y él sabía que yo era comentarista. Yo no estaba en el estudio. No fue hasta después de su muerte que me lo enseñaron y se me saltaban las lágrimas”, confesó.
“Después de la muerte de Ayrton, yo diría que la gran mayoría de los seguidores de Senna se unieron a una historia común, no al Prost contra Senna, y eso es bonito. Cuando voy a Brasil, quizás soy más conocido que en Francia y hay un entusiasmo increíble porque hay una cosa que se ha convertido en respeto, ya que formo parte de la Fundación Senna y he estado siempre muy cerca de la familia”, afirmó Prost, destacando cómo el legado de Senna sigue vivo a través de su fundación y la amistad que forjaron.
La rivalidad entre Senna y Prost es un capítulo inolvidable en la historia de la Fórmula 1. Si bien compitieron duramente en las pistas, su amistad en los últimos meses de vida de Ayrton demostró que el automovilismo puede ser un deporte de rivalidades y camaradería a partes iguales.
“En realidad, yo sólo corrí dos años con él en el mismo equipo y cuatro o cinco en total (luchando ambos por el título). Hice muchas cosas, gané muchas carreras y campeonatos sin él, pero nuestra historia está completamente ligada. No hay un momento en el que, si hablas de Prost, no se mencione a Senna y viceversa. No sólo mi carrera sino también mi vida están ligadas a él. Vivo con ello desde hace una treintena de años”, culminó Prost, el mejor amigo de Ayrton Senna…