La falta de competencias en la Argentina debido a la cuarentena que existe en el país -en diferentes fases- por la pandemia de coronavirus ha afectado a miles de personas relacionadas con el deporte motor. Entre los perjudicados están los pilotos, los equipos, los preparadores, sus proveedores y todas aquellos que están directa o indirectamente involucrados con su organización.
En estos 89 días de aislamiento social preventivo y obligatorio las principales categorías se han contactado por diferentes vías con representantes del Estado para revertir la situación, algo que con el famoso “pico” a la vuelta de la esquina ahora parece muy lejano pese a que en varias provincias se habilitaron las pruebas para corredores de la zona.
Esta crisis que atraviesa la actividad aparecía como una buena oportunidad para limar algunas diferencias, pero la realidad indica otra cosa. La grieta en el automovilismo continúa y más profunda que antes.
Por un lado están el Súper TC2000, el TC2000, el Top Race y el Turismo Pista, relacionados entre sí por tener la promoción de Auto Sports. Esta empresa, que es propiedad del Grupo Clarín y que también es dueña de Carburando, tiene su espacio televisivo en Canal 13 (el mismo que en la actualidad es propiedad exclusiva de El Zorro).
Y por el otro lado están todas las divisiones de la Asociación Corredores Turismo Carretera y el Turismo Nacional, que con la producción de ACTC Media TV tienen su lugar en la TV Pública (mantiene la pantalla “caliente” con carreras de simracing).
Desde que comenzó esta problemática, los directivos de las categorías que tienen a Auto Sports como promotor insisten en la necesidad de una reunión para aunar criterio, como así como también ruegan por tener una misma pantalla para todo el automovilismo. Obviamente sería la del 13 ya que el Grupo Clarín ha querido desde siempre recuperar la televisación del Turismo Carretera, la única división que le permitía tener ratings de dos dígitos.
Estos mensajes no han encontrado eco ni en ACTC Media TV, ni en la ACTC propiamente dicha o en su aliada, la Asociación Pilotos Automóviles Turismo. Y porqué tomarlos en cuenta si los directivos teceítas saben del poder de convocatoria de su principal producto, algo que los motiva para “cortarse” solos y tomar sus propias decisiones ajenas al resto del automovilismo.
Así demuestran que el poder de tener al campeonato más antiguo del mundo y la categoría más convocante del país es mucho más grande que el que le ha otorgado la Federación Internacional del Automóvil a propio Automóvil Club Argentino.
¿Y cómo puede ser que el TN, que es fiscalizado por el ACA, mantenga su estrecha relación con la ACTC? Porque saben que el Grupo no le perdona haber abandonado en su momento al 13…
Es por eso que cada uno de estos bandos presentó de manera separada los protocolos ¡de una misma disciplina!, algo que por lo visto no ha sido tan útil ya que hasta la semana pasada el presidente Alberto Fernández parecía desconocer de sus existencias, pese a que los mismos habían sido entregados a principios de mayo.
Hace unos días se amagó con un encuentro multitudinario entre todas las partes, pero finalmente no se concretó y no se sabe si habrá un nuevo intento para verse las caras por Zoom, obviamente.
La realidad indica que la receta de ir por caminos separados no ha resultado por más que algunos auguran el reinicio de las carreras para el mes de julio y otro lo ven más probable para agosto o septiembre.
Pero la culpa no es del Estado por demorar su decisión sobre este tema, es de las propias categorías que una vez más demuestran su falta de madurez y capacidad para dejar sus propios intereses de lado y luchar por un objetivo común: el bienestar del automovilismo.
