Como sucede en cada edición de Autoclásica, la familia de Goyo Pérez Companc aportó varios vehículos de su colección para el deleite de los fanáticos. La edición 2018 de la muestra no fue la excepción y contó con tres vehículos repletos de historia y en perfecto estado de conservación y funcionamiento.
Ubicados en una carpa y compartiendo espacio con motos de Arturo Scalise se expusieron un REO de 1928 que perteneció a Ernesto Blanco, un Talbot-Lago T26C de 1950 y una Ferrari 340/375 MM de 1953, que fue reconocida como “Best of the show”.
El REO fue adquirido por los Pérez Companc en 2007 en una subasta. Este auto fue uno de los tantos REO que tuvo Blanco, verdadero pionero del automovilismo argentino. Está equipado con un motor 8 en línea de 7 litros que eroga 190 caballos. En sus años llegó a los 210 km/h y le permitió a Blanco ganar en las 500 Millas de Rafaela de 1936, 1937 y 1940.
El Talbot-Lago T26C, equipado con un motor 6 en línea de 4.5 litros y 280 caballos, fue utilizado en el Campeonato Europeo de Pilotos a fines de la década de 1940 y también en la Fórmula 1. Con este vehículo el francés Louis Rosier ganó el GP de Holanda de 1950, que no entregó puntos para el Mundial de F.1. Ese mismo año fue utilizado por Juan Manuel Fangio para ganar en las 500 Millas de Rafaela. Está en la colección de los Pérez Companc de 2006.
Mientras que la Ferrari 340/375 MM está equipado con un motor V12 de 350 caballos que había sido desarrollado para la F.1. Mientras que la carrocería fue diseñada y construida por Pinin Farina. Se trata de una de las tres unidades producidas y utilizadas en 1953 en diferentes competencias como las 24 Horas de Le Mans (5º puesto), las 24 Horas de Spa-Francorchamps (victoria con el italiano Nino Farina y el inglés Mike Hawthorn) y la Carrera Panamericana (4º lugar). Pertenece a la familia Pérez Companc desde 2007 tras pagar 12.7 millones de dólares.