Audi desarrolló una tecnología de carga bidireccional que permite utilizar las baterías de sus vehículos como fuente de energía. Aumentar la estabilidad de la red, reducir el costo de la energía eléctrica y contribuir a la protección del clima son algunos de los objetivos que busca la marca alemana con este proyecto, que incorpora el vehículo eléctrico a la red doméstica para ofrecer “grandes ventajas”, especialmente cuando se combina con un sistema fotovoltaico.
“La idea es tan simple como ingeniosa: la batería de alta tensión del vehículo eléctrico no solo se carga a través del wallbox en casa, sino que también puede suministrar energía a la vivienda como un medio descentralizado de almacenamiento de energía”, afirman desde Audi.
Si el usuario cuenta con una instalación fotovoltaica, el vehículo sirve como medio de almacenamiento temporal para la energía “verde” generada. Cuando el sol deja de brillar, el coche eléctrico puede suministrar la energía almacenada en su batería a la vivienda.
“La movilidad eléctrica está acercando a la industria automovilística y al sector energético. La batería de un Audi e-tron puede abastecer de energía a una vivienda unifamiliar de forma independiente durante aproximadamente una semana. De cara al futuro queremos hacer accesible para el usuario este potencial, de manera que el coche eléctrico pase a formar parte de la transición energética como un dispositivo de almacenamiento de energía sobre cuatro ruedas”, explicó Martin Dehm, director técnico del proyecto de carga bidireccional de Audi.
En una etapa posterior, la utilización de una unidad de almacenamiento en el hogar permitirá lograr una independencia energética casi completa, así como una mayor seguridad en el caso de un corte en el suministro de la red principal.