El hypercar que nacerá de la asociación entre el equipo Red Bull Racing de Fórmula 1 y Aston Martin ya tiene nombre definitivo. Tras ser conocido en un primer momento con el código AM-RB001, el vehículo será comercializado con la denominación de Valkyrie, continuando así con la tradición de la marca inglesa de usar la “V” como primera letra en la identificación de sus modelos (Vantage, Virage, Vanquish y Vulcan).
El Valkyrie está construido sobre una estructura ligera de fibra de carbono y tiene una aerodinámica radical producto del genio del inglés Adrian Newey, el diseñador estrella del equipo austríaco.
Su mecánica híbrida está basada en un motor Cosworth V12 de 6.5 litros y un sistema de propulsión eléctrica –con una batería Rimac ultra liviana- que le permite producir más de 1.000 caballos de potencia. La transmisión es de siete velocidades diseñada y fabricada por Ricardo con especificaciones de Red Bull Advanced Technologies.
Valkyrie hace referencia a deidades menores femeninas que vivían en los campos de batalla eligiendo a los guerreros más valientes para llevarlos al Valhalla para luchar junto a Odín.
[/pullquote]Con una relación peso/potencia de 1:1, el Valkyrie cuenta con un sistema de freno provisto por Alcon y Surface Transforms, que unieron fuerzas para crear pastillas de freno ligeras de alto rendimiento y discos de carbono especiales para entregar potencia de frenado.
La Unidad de Control de Motor (ECU), la Unidad de Control de Transmisión (TCU) y el Sistema Electrónico de Estabilidad (ESP) fue desarrollada por Bosch; mientras que Wipac es el responsable de los faros delanteros y traseros.
Está prevista una producción de 150 unidades, que comenzarán a entregarse en 2019. Se incluyen 25 versiones adicionales de competición. El precio del Aston Martin Valkyrie rondará los 3.5 millones de euros.
