La llegada de nuevos modelos al Turismo Carretera ha generado mucha expectativa en los fanáticos de la popular categoría. En El Calafate, donde comenzó el torneo 2024, los vehículos de nueva generación fueron competitivos como lo demostró el campeón Mariano Werner al liderar la final con su Ford Mustang o el cuarto lugar que logró Tobías Martínez con el restyling del Torino, aunque luego ese resultado se convirtió en una victoria gracias a las sanciones a los tres primeros. También se destacó Ricardo Risatti, que puso sexto a su Chevrolet Camaro.
Los que no anduvieron bien fueron los renovados Toyota Camry oficiales de Gastón Ferrante y Andrés Jakos y el Dodge Challenger de Juan Martín Trucco, quien ni siquiera registró paso en la final.
Justamente, el Challenger es el auto que peor rendimiento tuvo. De hecho, Trucco fue 32° en la clasificación y 13° en su serie. El propio piloto ya había anticipado durante las pruebas previas que su nuevo auto deficiente aerodinámicamente desde su concepción.
Fue ahí cuando algunos entendidos empezaron a afirmar que la ACTC se había equivocado con elegir a este modelo para reemplazar al Dodge GTX y que semejante responsabilidad debía caer sobre el Charger. Incluso después de la apertura de la temporada circuló el rumor que la llegada de Charger era inminente…
DODGE CHARGER VERSIÓN TC
Las imágenes que ilustran este artículo pertenecen a Daniel Callegari, diseñador industrial apasionado por el automovilismo. Daniel (en IG @rasantes.pistas) participó del concurso que realizó la ACTC para elegir el restyling del Torino. Su propuesta, justamente, se basó en un Charger, “porque podía ser compatible con los demás modelos elegidos para la renovación del TC”.
“Aprovechando la curva que describen el parabrisas, el techo y la luneta, le incorporé rasgos del modelo Comahue fabricado por Lutteral. Por supuesto no fue el diseño elegido, de todos modos decidí publicarlo. A muchos les gustó, a otros no tanto. Pero la propuesta recibió varios comentarios que decían que el modelo Charger podría haberse utilizado en lugar del Challenger”, le dijo Daniel a Automundo.
“Comenzó a haber publicaciones donde algunos especialistas expresaban lo mismo. Por eso realicé esta nueva variante. Es una aproximación, es una visión de cómo podría verse la carrocería del Charger sobre el chasis del TC. Respeta gran parte de las medidas del modelo original, la distancia entre ejes (y otras medidas) establecidas en el reglamento de TC. Incorpora la toma de aire, zócalo y alerón utilizado en los nuevos modelos. El trabajo lo hice sin ánimos de polemizar y solo con la intención de expresar ideas”, aclaró.
¿Y QUÉ VA A PASAR CON EL CHALLENGER?
Aunque el Dodge Challenger que puso en la pista Rodolfo Di Meglio no rindió como se esperaba en El Calafate. Es apresurado afirmar que esta carrocería no sirve para el TC, que debe ser descartada y reemplazada por la del Charger.
Principalmente porque esta renovación se generó sin los estudios previos necesarios para saber sobre la viabilidad de adaptar las carrocerías de los muscle cars a las estructuras tubulares existentes.
El “ojímetro” permitió usar el Challenger para esta renovación, aunque para eso se debieron realizar varias modificaciones que incluso provocaron que el auto no tuviese la misma proporción que el modelo original. Algo que no sucede con el Ford Mustang o el Chevrolet Camaro.
Más allá de esta situación, en la ACTC confían en que el Dodge Challenger puede tener un buen rendimiento. Tal es así que en unas semanas llegarán al país una decena kits para armar otras unidades.
Al mismo tiempo, el departamento técnico de la entidad realizará diferentes evaluaciones y pruebas para que el desarrollo y la evolución del vehículo estén en sintonía con los otros autos de nueva generación. Solo el tiempo dirá si el camino elegido es el correcto.