Aunque Ayrton Senna no pudo correr con la Fórmula 1 en la Argentina, sí lo hizo arriba de un karting. La primera vez fue en 1979 cuando el brasileño, entonces conocido como Ayrton da Silva porque aún no usaba el apellido Senna, corrió el Campeonato Sudamericano de Karting en San Juan. Allí se cruzó con Henry Martin, que luego se convirtió en uno de los pilotos más destacados del automovilismo argentino.
El sanjuanino, además de rival, fue su anfitrión ya que no tuvo problemas en darle alojamiento al joven da Silva, quien finalmente se consagró subcampeón del certamen. “Para mí fue una suerte enorme poder conocerlo y también competir contra él. Dentro de la pista era increíble. Doblaba siempre de costado. Derrapaba como en el rally, pero no dejaba de ser rápido. Todo lo contrario, desde esa época era muy, muy veloz. Él perdió el campeonato por un problema en una goma”, recordó el campeón de TC2000 en 1997. Martin también contó un detalle particular: “Su casco no siempre fue amarillo. En 1979 Ayrton usaba uno blanco, pero que sí tenía las tradicionales franjas azules y verdes”.
Un año más tarde, en Montevideo, el paulista se tomó revancha y obtuvo el título. “Ayrton corría para la fábrica de motores DAP. Luego de salir campeón él se ofreció hacerme la gestión para que yo pueda correr en el campeonato del mundo. Todo un gesto. No fue posible por cuestiones económicas”.
Pero el vínculo con da Silva siguió. “Luego fuimos con mi viejo elegir un motor DAP. Él nos acompañó, ya que había corrido con esos impulsores y los conocía bastante. Nos dijo ‘bueno, elijan’. Entonces mi viejo le pidió que él nos eligiera uno. Ayrton estuvo buscando como media hora. Miró detenidamente y optó por el N° 33. Ese motor lo traje y salí campeón argentino. Hoy lo conservo tal cual y todos los días recibo ofertas para comprarlo…”.
Abajo del karting, Henry recuerda a Ayrton de manera muy especial. “Era un chico súper tímido. En 1979, luego del certamen, hubo una fiesta con la entrega de premios. Estaban mis tres hermanas mayores con sus amigas. Se armó el baile y las chicas lo invitaban a bailar, pero él no quería saber nada. Era muy callado e introvertido. De lo único que hablaba era de carreras. Tenía la idea fija. Pero también era muy buena persona. Cuando él siguió su campaña en Europa me siguió escribiendo. Incluso tengo una tarjeta de fin de año. Después se cortó el contacto porque cada uno empezó a meterse de lleno en su carrera. Pero de Ayrton guardo el mejor de los recuerdos”.
Tras aquella carrera en suelo cuyano, Senna visitó otras dos veces la Argentina para correr en karting. En 1980 intentó participar en una fecha del Argentino en Buenos Aires, pero se quedó con las ganas al no tener licencia argentina. La segunda vez fue en 1981 en un evento organizado por la Asociación Cordobesa de Karting en la localidad de Saldan. Sumó dos abandonos, un segundo puesto y el octavo lugar en la general.