Esta semana surgieron interesantes novedades sobre el Proyecto Titán, el auto que está desarrollando Apple Inc desde 2014. El Apple Car, como popularmente se lo conoce, será eléctrico, con baterías de avanzada desarrolladas por la propia compañía y autónomo. Su lanzamiento está previsto para 2024.
En estos seis años el proyecto tuvo idas y vueltas. De hecho, en algún momento Apple reevaluó sus objetivos y decidió centrarse en el software. Recién en 2018 la compañía volvió a centrarse en su vehículo y para eso trajo de vuelta a Doug Field, un veterano de la compañía que había trabajado en Tesla.
Un elemento central del Proyecto Titán es un nuevo diseño de batería que podría reducir “radicalmente” su costo y aumentar la autonomía del vehículo. El concepto está basado en una “monocelda” que aumenta el volumen de las celdas individuales de la batería y libera espacio dentro del paquete.
Apple, además, ha decidido recurrir a socios externos para obtener elementos del sistema, incluidos los sensores LIDAR, que ayudan a los automóviles autónomos a obtener una vista tridimensional de la carretera.
Más allá del avance del proyecto y de las patentes que ya tiene Apple sobre diferentes tecnologías que utilizará en su vehículo, aún no está claro quién lo ensamblaría. Tampoco se descarta que decida reducir el alcance de sus esfuerzos a un sistema de conducción autónomo que se integraría con un automóvil de un fabricante de automóviles tradicional.
Aunque muchos comparan la propuesta de Apple con la de Google, ambas son diferentes. La primera ha optado por producir un vehículo personal para el mercado masivo; mientras que la segunda está enfocada en taxis robotizados y autónomos para transportar pasajeros.