El portugués Antonio Félix Da Costa, flamante campeón de la Fórmula E, debió atravesar momentos difíciles en la categoría eléctrica antes de llegar a la esperada consagración junto al equipo DS Techeetah.
Da Costa forma parte de la parrilla de la Fórmula E desde los inicios de la especialidad y si bien se anotó como ganador en apenas la cuarta carrera en la historia, el E-Prix de Buenos Aires disputado en enero de 2015, luego no pudo repetir ese tipo de resultados y se la pasó penando lejos de los puestos de punta.
“Parece ayer que salíamos a la pista para la primera sesión. Se trataba de completar vueltas en la pista, de ser adelantado por Buemi, Di Grassi, Vergne”, recuerda Da Costa sobre esos momentos difíciles.
De hecho recién pudo volver a subir al podio cuando ganó con BMW i Andretti en diciembre de 2018 en Ad Diriyah, en la primera competencia de la quinta temporada, lo que era un prometedor comienzo que luego pasó a ser una pesadilla cuando un error del portugués motivó un incidente con su compañero, Alexander Sims, en el E-Prix de Marrakech. “Mi ego se metió en el medio de la meta a largo plazo, que era ganar el campeonato”, recuerda sobre aquel momento.
La llegada a DS Techeetah le planteó un nuevo y emocionante desafío y sintió que era lo correcto para aspirar a llegar al sueño de ser rey de la Fórmula E. “Cambiar de equipo siempre es difícil. Cuando estás con alguien por tanto tiempo antes es importante combinar ambición y trabajo duro y estos chicos han encontrado el compromiso perfecto. Creo que tengo las herramientas para ganar este campeonato ahora”, avisaba en la previa del certamen 2019/20.
Más allá de los momentos buenos y malos que ha atravesado el nuevo monarca de la serie de autos eléctricos, Da Costa está convencido que la Fórmula E es el lugar para estar. “Nunca me divertí tanto en mi vida en el deporte motor como lo hago en un fin de semana de Fórmula E. Este es el lugar para estar, simplemente me encanta”, asegura.