Días atrás, el Grupo Renault anunció una profunda reestructuración que derivó en el cierre de diversas plantas, reducción de su plantilla, reorganización de sus planes y visión a futuro, además de evaluar su continuidad como una de las escuderías más valoradas en la Fórmula 1.
El objetivo es reducir sus inversiones y para ello puso los ojos en la fábrica de Dieppe, sede de muchos de los proyectos de la división Renault Sport y de la marca de autos deportivos Alpine. Recordemos que esta fue introducida nuevamente en 2017 con un único modelo para ofrecer, el A110.
A pesar de los esfuerzos por incentivar las ventas del deportivo de Alpine, el futuro de esta marca es incierto ya que dentro de la compañía se han replanteado si vale la pena mantenerla activa, según palabras de Jean-Dominique Senard, presidente de Renault.
Renault comenzó a evaluar todas las opciones sobre lo mejor para el futuro de Alpine tras la conclusión de la producción del A110. Esto quiere decir que muy pronto se sabrá si la división de autos deportivos francés desaparecerá una vez más o si renovará sus fuerzas para regresar con una nueva identidad amigable con el medio ambiente.
“Alpine es una marca maravillosa y tenemos que mirar muy, muy en serio su futuro para ver cómo puede aportar valor al grupo”, explicó Senard, señalando que en lo relativo a la fábrica de Dieppe es “bastante obvio que no podemos continuar como lo estamos haciendo hoy. Esta planta no fabrica suficientes vehículos para que podamos discutir su futuro de forma tranquila”. De todas maneras, descartó un cierre de la misma, al mencionar que “intentaremos seguir agregándole valor”.