Durante sus 35 años en el automovilismo, Alberto Canapino se cansó de construir autos ganadores en el Turismo Carretera. Logró victorias y títulos de la mano de grandes pilotos como Juan María Traverso, Guillermo Ortelli y hasta su propio hijo, Agustín Canapino.
Su fallecimiento, obviamente, conmocionó al ambiente tuerca nacional, algo que se pudo apreciar en las redes sociales con diferentes mensajes, sin contar la emotiva carta que le escribió Agustín…
El constructor arrecifeño se destacó por su ingenio y espíritu inquieto. Eso lo llevó, por ejemplo, a construir vehículos que marcaron una época. Quién no recuerda aquella Chevy de Ortelli que provocó el fastidio del Flaco Traverso luego que el de Salto le sacase medio segundo en una clasificación. “Es un auto de otro planeta”, disparó el de Ramallo sobre aquella máquina…
Pero tal vez el mejor ejemplo de su ingenio sea esta foto que Jorge Marchesin realizó en una prueba en La Plata. Dejando los sistemas de simulación de lado, Canapino hizo la prueba del rendimiento de un difusor en el auto de Josito Di Palma bien a la criolla: con unos trozitos de lana al costado del auto. “¿Podrás sacarle fotos?”, le pidió el constructor al fotógrafo, quien obviamente aceptó el desafío y dejó testimonio del original sistema.
Por estas cosas, por su poder de análisis de diferentes situaciones, por las ganas de superarse constantemente, por ofrecer sus conocimientos a todos aquellos que lo querían escuchar… Por todas esas cosas extrañaremos Alberto Canapino, siempre.