La categoría estadounidense IndyCar ha comenzado una nueva temporada. En la primera carrera del año, celebrada en Texas el pasado 6 de junio y que quedó en poder del neocelandés Scott Dixon, se produjo un hecho histórico: la utilización de un parabrisas en un monoplaza del más alto nivel.
El Aeroscreen, tal el nombre de esta singular pantalla, es un enorme avance para la seguridad de los pilotos. “Simplemente te sientes seguro. Sientes que, si algo sucede, tu cara está protegida. Es increíble ver un salto tan grande en la seguridad”, explicó el francés Simon Pagenaud, uno de los animadores de la serie.
Los resultados han sido muy satisfactorios: los pilotos no han acusado una pérdida de visibilidad y van protegidos. “Ni lo noté. La visibilidad es muy buena y no tuve ningún problema”, explicó el estadounidense Josef Newgarden, que en Texas largó desde la pole position.
Diseñado por Red Bull Advanced Technologies, el Aeroscreen está compuesto por un parabrisas laminado y un marco de titanio. El parabrisas está fabricado por PPG, especialista en el diseño de las ventanas de las naves espaciales. No es de cristal, sino policarbonato laminado balístico. Este material no se emplea en los coches de serie porque es menos transparente que el cristal y se deteriora fácilmente.
La pantalla dispone de un elemento calefactor para evitar el empañamiento y de una lámina interior antirreflectante para evitar los deslumbramientos. En carrera se instalan sobre él ocho láminas despegables que se van retirando en las paradas en boxes a medida que se van ensuciando. Con solo 7,8 kilos de peso, es capaz de repeler el impacto de un objeto de un 1 kilo de peso a 350 km/h.
El otro elemento que lo compone es un marco de titanio fabricado por Pankl y que está formado por cinco piezas impresas en 3D que se sueldan y luego mecanizan. Todas las soldaduras se inspeccionan con rayos X y el ensamblaje final se mide en una máquina de medición de coordenadas 3D. Solo pesa 12,6 kilos y es capaz de soportar 15.400 kilos de carga.
¿SE UTILIZARÁ EN OTROS MONOPLAZAS?
Si bien en un primer momento el Aeroscreen fue una solución probada en la Fórmula 1, la categoría decidió utilizar en sus vehículos el sistema Halo. La gran diferencia es que esta solución es efectivo al 100% para soportar los impactos de otros coches o de piezas de gran tamaño y caso de vuelco, pero no protege de pequeñas piezas que pueden perforar el caso de un piloto, como le sucedió a Felipe Massa en el GP de Hungría de 2009.
“El Aeroscreen es un gran paso adelante en la seguridad, y creo que es lo mejor de ambos mundos con una protección como la del Halo y la pantalla. Creo que otras categorías van a seguir el mismo camino. Después de pilotar con él una vez, te sientes desnudo en un coche que no lleva”, apuntó el australiano Will Power.
“El Aeroscreen es una solución de seguridad total para el piloto que cambia el automovilismo deportivo para siempre”, admitió Hay Frye, presidente de la categoría yanqui.
Una vez probada su validez y eficacia en la IndyCar es muy probable que la Federación Internacional del Automóvil tome nota y estudie una solución similar para todas las categorías de monoplazas del mundo como la propia F.1 o las divisiones promocionales Fórmula 2 y la Fórmula 3.
El objetivo es evitar accidentes de consecuencias fatales como los de Dan Wheldon, que falleció tras sufrir lesiones irreversibles en la cabeza tras un aparatoso accidente en Las Vegas en 2011; o Justin Wilson, quien murió por lesiones en la cabeza tras recibir el impacto de piezas de otro coche en el óvalo de Pocono en 2015.