Durante buena parte de su historia, el Turismo Carretera se ha resistido a renovar su parque en coincidencia con el pensamiento de la mayoría de sus fanáticos. Sin embargo, este año a la popular categoría se sumó Toyota rompiendo así con la tradición que desde los ’70 indicaba que solo Ford, Chevrolet, Dodge y Torino eran las únicas marcas participantes.
La llegada de la marca japonesa al universo teceísta será una de los hitos que marcarán la gestión de Hugo Mazzacane al frente de la Asociación Corredores Turismo Carretera, que hace más de 20 años pensaba que algo así podía se inaudito.
A fines de la década de 1990, por ejemplo, se había comenzado a hablar sobre el cambio de la fisonomía de los TC, que en aquella época aún se armaban usando como base vehículos de calle, cosa que cambió en el Siglo XXI con el empleo de estructuras tubulares.
“No se nos cruzó por la cabeza cambiar la apariencia de los autos. Ese trascendido surgió porque Alberto Canapino tiene en su taller un GTA y muchos supusieron que nosotros le pedimos que hiciera un estudio de su carrocería, pero nada que ver”, le dijo Juan Carlos Deambrosi, entonces presidente de la ACTC, a la revista CORSA en referencia a un rumor que indicaba que la entidad pretendía usar una carrocería símil NASCAR.
Más concretos fueron Oscar Aventin y Rubén Gil Bicella, vicepresidentes de la ACTC. Fiel a su estilo, el Puma descartó de plano cualquier cambio. “Este tipo de cosas pueden suceder en otras categorías, pero no pasará nunca en el Turismo Carretera… Nosotros defendemos a muerte las carrocerías que tienen estos autos, que son las originales. El que quiere ver autos modernos tiene el Top Race -creada por nosotros- que es la contratara del TC. Allí están básicamente los mejores autos de la actualidad, con los mejores frenos, los mejores amortiguadores, todo lo mejor…”.
Mientras que Gil Bicella afirmó: “Mientras la gente siga apoyando al Turismo Carretera de la misma forma en la que viene haciendo, la ACTC mantendrá su misma filosofía. Sabemos que cometemos errores, pero día a día tratamos de mejorar. Y es el empuje de la gente el que nos alienta para seguir adelante”.
Sin dudas, el TC vive una etapa de transición a partir de la llegada de Toyota y la utilización del Camry, una silueta muy diferente y más moderna en comparación a las del resto de las marcas. Para algunos el arribo de la marca nipona es el primer paso de la modernización del parque, algo que la propia ACTC descartó en varias oportunidades entendiendo que a los fanáticos no les caería bien.