En medio de una creciente disputa por el control del poder deportivo en el automovilismo argentino, el Automóvil Club Argentino (ACA) está considerando seriamente tomar acciones legales contra la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC). Esta confrontación se ha intensificado desde fines del año pasado y parece que ninguna de las partes está dispuesta a ceder terreno.
“Lo estamos analizando, pero probablemente alguna acción haya… Tampoco nos podemos quedar de brazos cruzados”, declaró César Carman III, flamante presidente del ACA, en una reciente entrevista con Carburando, cuando se le consultó sobre la posibilidad de acudir a la justicia. Estas palabras reflejan la determinación del ACA de no permitir que la ACTC siga avanzando en sus intenciones de consolidar su dominio en el deporte motor del país.
Esta no es la primera vez que el ACA enfrenta un conflicto por el poder deportivo en el automovilismo argentino. La historia se remonta a fines de la década de 1960, cuando el ACA cedió parte de su autoridad a la Confederación Argentina de Automovilismo Deportivo (CADAD), una entidad creada con clubes del interior del país. Lo que inicialmente parecía un acuerdo pacífico rápidamente se transformó en una guerra de intereses.
Aprovechando la gran cantidad de categorías que fiscalizaba y el apoyo de diversas agrupaciones, CADAD buscó el reconocimiento de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) como la autoridad suprema del deporte motor en Argentina. Esta guerra estalló en 1974 y duró cinco años, hasta que la justicia resolvió a favor del ACA, terminando con los sueños de la Confederación.
Como resultado, CADAD se disolvió y el ACA recuperó su posición dominante, confiando nuevamente en la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) para la fiscalización de las carreras. Los clubes que formaban parte de CADAD dieron origen a las federaciones regionales que hoy supervisan el automovilismo zonal bajo la órbita del ACA.
En 2001 el ACA y la ACTC volvieron a tener un conflicto, aunque se solucionó a los pocos meses. Las instituciones llegaron a un acuerdo que le otorgaba a la ACTC el poder deportivo para fiscalizar sus categorías. Sin embargo, este acuerdo se rompió este año, con la ACTC tomando bajo su órbita al Turismo Nacional, al Turismo Pista, entre otras categorías. Por tal motivo el ACA le sacó el poder delegado, calificando a sus campeonatos y categorías como “clandestinas” por no atenerse al Código Deportivo Internacional
Esta nueva disputa entre el ACA y la ACTC plantea un escenario de incertidumbre y tensión en el automovilismo argentino. Las palabras de César Carman III sugieren que el ACA está preparado para luchar por su posición, lo que podría desencadenar un nuevo capítulo en la historia de las luchas de poder dentro del deporte motor del país.