Fórmula 1 en la Argentina: La eterna promesa incumplida de los políticos

Las recientes declaraciones de Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deporte de la Nación, sobre la posibilidad de que la Fórmula 1 regrese a Argentina han despertado el interés y la expectativa entre los fanáticos del automovilismo. Motivado por el debut de Franco Colapinto en la categoría, Scioli afirmó que ha iniciado conversaciones con el presidente Javier Milei y otros funcionarios para coordinar esfuerzos y acelerar las obras necesarias en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, con el objetivo de cumplir los requisitos internacionales para albergar la competición.

“Hablé con el presidente Javier Milei y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei para coordinar esfuerzos y lograr que Argentina vuelva a ser sede de la Fórmula 1”, afirmó Scioli durante la Feria Internacional del Turismo.

El funcionario, que aclaró que en cualquier caso el aporte privado será la clave, confirmó también que ha mantenido conversaciones con Valentín Díaz Gilligan, titular del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, para acelerar las obras en el autódromo porteño con el fin de que cumpla con los estrictos requisitos que exige la competencia a nivel mundial.

La intención de Scioli se suma al historial de promesas incumplidas en torno al regreso de la F.1 al país. Desde hace más de una década varios gobiernos han tratado de recuperar la fecha por el Mundial, pero ninguna de estas iniciativas ha logrado concretarse. Veamos…

En 2012, durante su segundo mandato, Cristina Fernández de Kirchner afirmó: “Me trajeron la propuesta de hacer la Fórmula 1 en la Argentina y lo estamos cerrando. Si Dios quiere, vamos a tener la Fórmula 1 en la Argentina…”. La expectativa se disparó, pero la realidad se encargó de apagar esa llama. Aquel proyecto, que no llegó a cristalizarse, tenía como eje un circuito callejero en Mar del Plata.

Mauricio Macri, en 2013, cuando era jefe de gobierno porteño, también se sumó a las promesas. “Estamos trabajando para que vuelva la Fórmula 1. Esta decisión tiene que ver con la identidad ‘tuerca’ de la Ciudad. Que vuelva la F.1 a Buenos Aires lleva su tiempo, pero hay que empezar a trabajar con seriedad para recuperar esa fecha en el calendario internacional. Estamos apuntando para el 2015 o el 2016”. Sin embargo, el tiempo siguió su curso y la Máxima no encontró su camino de vuelta.

En 2016, Gustavo Santos, ministro de Turismo durante la gestión presidencial de Macri, afirmó cuando se le consultó sobre el tema: “El objetivo es fortalecer y posicionar nuestra marca. Son pruebas que tienen un costo y una complicación, pero está la decisión de buscar éste y otros grandes eventos”. Pero las palabras no se tradujeron en acciones concretas y los fanáticos del automovilismo continuaron esperando en vano.

Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte del actual gobierno de Alberto Fernández, expresó en enero de 2020 su deseo de trabajar para recuperar la F.1: “Somos un centro de atracción deportiva, especialmente para los atletas que tenemos. Nos gustaría trabajar para recuperar la Fórmula 1 en unos años. Para Argentina, sería muy interesante desde el punto de vista deportivo y turístico”, dijo. Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron una vez más, dejando un sabor amargo en la boca de los seguidores del automovilismo argentino.

Mientras que a mediados de 2023, en el marco de las obras realizadas en el Autódromo de Buenos Aires, Horario Rodríguez Larreta, entonces jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, expresó: “Todos queremos que vuelva la Fórmula 1 y esta obra nos deja muy cerca de ese sueño. Estos trabajos permitirán dejar la pista en condiciones de conseguir una homologación grado 2 de la Federación Internacional del Automóvil, que es la categoría previa a la que requiere la F.1”. De más está decir que la espera continúa…

El regreso de la Fórmula 1 a la Argentina se ha convertido en una promesa recurrente, pero la falta de acciones concretas ha generado un escepticismo creciente entre los seguidores del automovilismo. El costo de albergar una competencia de tal magnitud, las necesidades de infraestructura y la fuerte competencia de otros destinos a nivel global hacen que el sueño de la Fórmula 1 en Buenos Aires sea, al menos por ahora, una fantasía más que una realidad.

Las declaraciones de Scioli parecieran seguir el mismo guión que sus predecesores: grandes anuncios y expectativas, pero sin un plan claro que respalde el proyecto. La gran diferencia es la presencia de un argentino en la F.1, algo que podría alentar la participación privada en un proyecto que demandaría cerca de cien millones de dólares para concretarse.

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