Cuando se habla de la velocidad máxima que alcanzan los IndyCar en el óvalo del Indianápolis Motor Speedway, inevitablemente se menciona el nombre del neerlandés Arie Luyendyk. No es para menos ya que en 1996 el Holandés Volador marcó un récord que aún está vigente: 381,310 km/h logrado en la clasificación de aquella edición.
Sin embargo, pocos son los que recuerdan que esa tremenda plusmarca no le permitió largar desde la pole position pese a ser el piloto de mejor promedio de velocidad en las cuatro vueltas lanzadas.
En un año marcado por el duelo que mantenían en aquel entonces el CART y la Indy Racing League, que tenía en su calendario la legendaria carrera, Luyendyk fue uno de los pocos experimentados que decidió mantenerse fiel a la historia de la competencia. No era para menos. Ya había inscripto su nombre en la lista de ganadores con el triunfo de 1990, además de ser segundo en 1993 después de largar primero.
¿POR QUÉ LUYENDYK NO LOGRÓ LA POLE EN LAS INDY 500 DE 1996?
En el Pole Day de 1996, el estadounidense Scott Brayton ganó el honor de largar desde el mejor lugar de la grilla gracias a su promedio de 376,052 km/h con el Lola-Menard del Team Menard. Luyendyk, con el Reynard-Cosworth del Treadway Racing, quedó segundo con 375,524 km/h. Sin embargo, tras la clasificación se detectó que su auto estaba fuera de reglamento.
Eso dejó a Luyendyk fuera de la primera fila de la parrilla y se vio obligado a luchar en el segundo día de la tanda cronometrada por los puestos 21° a 26° de la grilla. El mejor lugar de ese grupo lo consiguió sin problemas con su tremendo promedio de 381,310 km/h, que aún permanece como la velocidad más alta lograda en clasificación.
El la carrera poco pudo hacer: Luyendyk tuvo problemas mecánicos y se quedó con las ganas de completar las 200 vueltas en la prueba que ganó el estadounidense Buddy Lazier (Reynard-Cosworth/Hemelgarn Racing).
De todas formas el Luyendyk tuvo una gran revancha al año siguiente. Con el G Force-Odsmobile del Treadway Racing logró su segundo triunfo en Indianápolis tras partir desde la pole, aunque con un promedio de 351,185 km/h motivado por la utilización de motores de producción.