- Agustín Canapino hace historia en Indianápolis con susto incluido
- Álzaga Unzué, Gaudino y Riganti, los únicos argentinos que corrieron las Indy 500
El Indianápolis Motor Speedway, ese lugar sagrado para el automovilismo, se tiñó de emoción y orgullo argentino cuando Agustín Canapino logró su clasificación para competir en las legendarias 500 Millas de Indianápolis el próximo domingo 28. Con su hazaña, Canapino se convierte en el cuarto piloto argentino en acceder a correr en este icónico óvalo y el primero en 83 años.
El derecho que se ganó Canapino a competir en las Indy 500 está certificado con la foto que compartió en sus redes sociales en la que se lo ve junto a su auto y a los miembros del Juncos Hollinger Racing sobre la mítica Brickyard, esa yarda de ladrillos que marca la meta desde hace más de cien años.
En los ojos del Titán se refleja el orgullo por el resultado obtenido, pero también la dedicación y el esfuerzo que lo han llevado a alcanzar algo que hace solo seis meses era impensado. Así la historia de Agustín se funde con la de pioneros del deporte motor argentino como Martín de Álzaga Unzué, Juan Antonio Gaudino y Raúl Riganti, los otros tres compatriotas que en las décadas del ’20, el ’30 y el ’40 participaron de esta prueba.
La Brickyard, con su particular superficie y su atmósfera de eternidad, ha sido testigo de innumerables batallas automovilísticas y ha forjado leyendas. Esos ladrillos, que son un símbolo de respeto y tradición y un enlace entre el pasado y el presente, han sido pisados por un grupo selecto al que hoy se suma Canapino.
LOS OTROS ARGENTINOS QUE CORRIERON LAS INDY 500
En un mundo que necesita inspiración, la historia del arrecifeño es un ejemplo de tenacidad y coraje. Su presencia en la 107ª edición de las 500 Millas de Indianápolis es una puerta abierta a nuevas oportunidades, a demostrar que los sueños no tienen fronteras y que los límites solo existen para ser superados.
La mística de la Brickyard se renueva para los argentinos, y con ella, renacen las esperanzas y los anhelos de todo un país que celebra junto a Agustín Canapino cada giro a fondo en el óvalo sagrado.