Gracias a sus seis títulos consecutivos y 46 victorias en la especialidad, el francés Sébastien Ogier (35) se ha convertido en el gran referente de esta nueva era del WRC. Aunque dicen que las comparaciones siempre son odiosas, es inevitable confrontar su campaña con la de su compatriota Sébastien Loeb (45), que logró nueve cetros en fila y 79 éxitos. Pero a Ogier no le molesta, tal vez porque sabe que pese a que los números no lo favorecen, sus últimos éxitos los consiguió en una categoría por demás disputada.
“Es muy humano -o periodístico- comparar estadísticas. Quiero decir, no es que no me interesen las estadísticas, sería una mentira. Claro que las veo. Me gusta ganar lo más posible y mientras compita mi objetivo es añadir más victorias a las mías. Esa es definitivamente mi meta. Pero desde hace ya un largo tiempo me di cuenta que no es lo único que me hace feliz”, le dijo Ogier a Automundo durante un desayuno que se realizó en la previa del 39º Rally de Argentina, la quinta fecha del Mundial que se realizará este fin de semana en la provincia de Córdoba y que organiza el Automóvil Club Argentino.
“Quizás cuando comencé mi carrera estaba más enfocado en las estadísticas, si me hubieras hecho esa pregunta quizás hubiera respondido distinto”, agregó el galo con una singular amabilidad y predisposición.
“Creo que realmente logré más de lo que me había propuesto. Honestamente hubiera firmado por mucho menos de eso hace diez años. Y es excepcional tener la chance de lograr tanto, pero por supuesto siempre habrá referencias o comparaciones con Loeb, quién logró una increíble serie de nueve títulos”, agregó.
Sin embargo, Ogier hizo hincapié en que ambos consiguieron sus éxitos en contextos distintos: “Fueron diferentes épocas… Antes la competencia era muy fuerte en algunos puntos, pero quizás no era tan dura como hoy. Incluso yo veo claramente que tuve algunos años más fáciles con Volkswagen porque la competencia no fue tan fuerte como es ahora. Por eso el valor del título que gané en 2017 (con el M-Sport) es mayor que los previos… Eso quiere decir que miro las estadísticas y que estoy contento cuando son buenas, pero eso no es lo que me motiva para continuar en este deporte”.
Durante la charla, que fue compartida con un reducido grupo de medios, Ogier profundizó sobre su falta de victorias en la Argentina: “No creo que sea una presión extra eso; todavía disfruto venir acá. Por algún motivo, nunca logré –aún- vencer en este rally. Estuve muy cerca, pero… Es un rally que aún disfruto, sobre todo por la pasión que sienten aquí por el rally y el automovilismo. Correr en esta condición es siempre un placer”. Respecto a las claves para cortar la racha, no lo dudó: “Es un rally muy desafiante, con caminos muy duros… Está claro que necesitás un poco de suerte para ganar este evento”.
Automundo también aprovechó para consultarle sobre El Cóndor, el tramo más emblemático del Rally de Argentina. Y su análisis no tuvo desperdicio: “Definitivamente es un lugar especial desde varios puntos de vista. Si hablamos del lugar más áspero del campeonato, clasifica muy alto. Si hablamos de su atmósfera es el número 1 –claramente- porque hay una cantidad increíble de personas. Pero si hablamos de placer de conducción, personalmente no es el mejor lugar donde quiero manejar porque es muy lento, muy técnico, y duro. Normalmente prefiero manejar en caminos más suaves, donde puedo hacer una conducción fina, acá tenés que ser agresivo”.
Y ejemplificó su dificultad con lo ocurrido en 2016: “Ese año no pude ser suficientemente agresivo para ganar el rally porque estaba mirando la foto completa, el campeonato y El Cóndor es un lugar donde, desde mi punto de vista, tenés que arriesgar un montón para ser rápido. Pero creo que la belleza de este rally está en la diversidad y, definitivamente, este es un lugar muy especial. Es bueno tener este tipo de especiales en el campeonato, ¡pero no me gustaría tener todo un campeonato así!”.
Ogier también habló de ser el hombre a batir en el WRC. “Es lógico que sea así porque ganó los últimos seis títulos… Cuando empecé sucedía lo mismo con Seb Loeb, que era quien ganaba y era el tipo al que todos le queríamos ganar. Pero por otro lado el campeonato actual es muy competitivo y eso significa que de alguna manera sí, soy el que hay que batir, pero no soy el único. Creo que es bueno para la categoría que sea así de impredecible y con muchos pilotos que pueden ganar rallies. Eso lo mantiene entretenido”, culminó.
