Historia

Richard Petty: Más allá de la velocidad, la historia de un ícono del NASCAR

Es el piloto más exitoso en la historia de la categoría estadounidense. Su fama es tal que inspiró al personaje El Rey en la película Cars.

No hay carrera de NASCAR en la que el hombre no esté presente. Y eso que, tranquilamente, podría estar en su rancho disfrutando de su familia. Pero Richard Lee Petty no puede despegarse del deporte que marcó su vida. Imposible de hacerlo después de haber crecido en un ambiente donde los autos de carrera eran tema de conversación cotidiana. Imposible de hacerlo siendo el hijo de Lee Arnold Petty, quien también brilló en la categoría en la que tiempo después él mismo haría historia.

Para el automovilismo estadounidense, Richard Petty es una gloria viviente. No sólo por la cantidad de récords que aún tiene en la popular categoría yankee, sino por las proezas que marcaron su campaña deportiva.

Richard Petty: El rey del NASCAR

Algunas de ellas hasta llegaron a ser inspiradoras de la exitosa película Cars, de la que también fue gran protagonista. Porque aquel Plymouth Superbird azul con trompa de tiburón que tenía el número 43, y al que el Rayo McQueen le tenía tanto respeto, personificaba al propio Petty

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Este hombre nacido el 2 de julio de 1937 en Level Cross también le puso su voz al personaje de El Rey, apodo que se ganó en 1967 cuando venció en 27 de las 48 carreras (diez de esas victorias fueron consecutivas). Aquel año consiguió su segundo título en la entonces Grand National -como se conocía a la NASCAR hasta 1972- y dejó para siempre el mote de El Cohete de Randleman, inspirado en su velocidad y en la localidad en la que estaba establecido el Petty Enterprise (el equipo que fundó su padre en 1949).

Petty comenzó a correr a los 21. Su debut fue en la Jim Mideon 500 de 1958. Se retiró en la Hooters 500 de 1992 en Atlanta. Salvo algunas excepciones, siempre se mantuvo fiel a Chrysler usando las marcas Plymouth o Dodge (en 1978 se pasó a Chevrolet y eso provocó gran decepción en sus fanáticos).

En total disputó 1.185 carreras, ganó 200 (récord), marcó 126 poles y 712 veces estuvo en el Top Ten. Fue campeón en siete oportunidades. Buena parte de su fama la hizo en las Daytona 500, la carrera más importante del NASCAR y que tuvo su primera edición en 1959 con la victoria de su padre. El Rey inició su cuenta personal cinco años después, en 1964. A ese triunfo le siguieron los de 1966, 1971, 1973, 1974, 1979 y 1981.

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Richard Petty: El rey del NASCAR

Entre tantas hazañas logradas en más de tres décadas de campaña, hay algunas que sirvieron para aumentar el mito. Tal vez la más memorable ocurrió en las Daytona 500 de 1976, cuando protagonizó un feroz duelo por el triunfo con David Pearson.

Petty, con su Dodge patrocinado por la petrolera STP, venía liderando la carrera con una pequeña diferencia sobre Pearson. Ambos habían pasado la última curva cuando se rozaron. En el toque perdieron el control de sus autos y ambos chocaron a sólo 18 metros de la línea de meta.

El motor de Petty se apagó, mientras Pearson logró mantener al suyo en marcha apretando a fondo el pedal de embrague. Gracias a eso, el piloto del Mercury número 21 ganó con su coche destrozado y recibió la bandera de cuadros a una velocidad de 40 km/h. Petty igual hizo podio: llegó en segundo lugar, tras ser empujado por sus mecánicos.

Este episodio inspiró el final de la película Cars, en el que el Rayo McQueen ayuda a El Rey a cruzar la meta tras un accidente en la carrera que definía al campeón de la Copa Pistón, que finalmente quedó en manos del tramposo Chick Hicks…

Richard Petty: El rey del NASCAR

Tres años más tarde, también en la Daytona 500, El Rey logró otro hito: Se impuso en la primera carrera televisada en vivo y en directo de principio a fin. En esa edición Donnie Allison y Cale Yarborough se estrellaron en la última vuelta, permitiéndole a Petty ganar.

Allison y Yarborough bajaron de sus autos en la Curva 3 y pelearon frente a la gran audiencia de CBS. La definición de la competencia y esa pelea le permitieron al NASCAR crecer en popularidad.

Otra carrera notable fue la del 4 de julio de 1984, cuando logró su victoria número 200 al imponerse en la Firecracker 400 en el Daytona International Speedway. Tuvo como duro rival a Yarborough, a quien le ganó por un guardabarros.

El festejo en el círculo de la victoria también fue muy particular: entre los que celebraron estaban el presidente Ronald Reagan, quien como parte de su campaña para la reelección había decidido ir a festejar el Día de la Independencia en la NASCAR. De hecho, dio la orden de encender los motores desde el Air Force One en camino hacia la carrera…

Richard Petty: El rey del NASCAR

Como no podía ser de otra manera, la despedida de Richard Petty fue increíblemente emotiva. A aquella Hooters 500 de 1992 se la conoce como la mejor carrera de la historia porque definía la corona entre seis pilotos. Había más de 160.000 personas en las tribunas que no querían perderse la despedida del gran campeón, ni la apasionada definición (ninguno de los presentes sabría que ese debutante de nombre Jeff Gordon se convertiría en uno de los grandes ídolos poco tiempo después). La competencia la ganó Bill Elliott; mientras que Alan Kulwicki se quedó con la corona con 10 puntos de ventaja sobre Elliott.

Richard Petty lejos estuvo de brillar: clasificó 39 entre 41 pilotos. En la competencia las cosas empeoraron. Tuvo un grave incendio en la vuelta 94 del que salió sin un rasguño. Su Pontiac quedó muy maltrecho, pero eso no lo detuvo. Ya en los pits, los mecánicos consiguieron repararlo y volvió a la carrera a dos giros del final. Gracias a eso pudo recibir la bandera de cuadros en el puesto 35º. Pero lo más emotivo vino después.

Con la sentida canción de Alabama llamada “Fanáticos de Richard Petty” como fondo, aceleró su auto dañado por el circuito y saludó a su público con el brazo izquierdo fuera de la ventanilla. En ese instante, El Rey comenzó a disfrutar aquella gloria que se había ganado en la pista.

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Diego Durruty

Soy un periodista con más de 30 años en el ruedo. Arranqué en revistas como CORSA, El Gráfico, Coequipier y SóloTC, pero también me aventuré en el mundo digital en SportsYa!, e-driver.com y kmcero.com. Si eso no te sorprende, también me escuchaste en las radios Rock&Pop y Vorterix.com. Ah, y no puedo olvidar mis coberturas del rally Dakar para la agencia alemana dpa. Hoy en día escribo en Automundo.com.ar y para que no se me escape nada, también conduzco el magazine Dos Tipos Audaces (Spotify, YouTube y Campeones Radio). ¡No hay quién me pare, amigo!

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