Mucho antes que apareciera el Pontiac Banshee de los ‘90, que adelantó el estilo que tomarían el Chevrolet Camaro y el Pontiac Firebird de cuarta generación, a mediados de la década del ‘60 existió un modelo homónimo cuya importancia fue tal que a hoy sigue siendo inexplicable porqué no está ni siquiera contabilizado entre los mejores autos concept de la historia.
El Banshee “original” fue propuesto en 1964 por un equipo de diseñadores de General Motors, el cual estaba encabezado por el mismísimo John DeLorean. El objetivo de su creación era rivalizar con el Ford Mustang, que había alcanzado gran éxito.
Es inapeable que se inspiraba en el Corvette C2, pero también que presentaba un toque de frescura extra. Además, era un poco más chico y pesaba 227 kilos menos gracias a que la carrocería estaba construida en fibra de vidrio. Por su parte, el sector posterior recordaba fuertemente a los primeros Firebird. Con respecto al motor, la idea era impulsarlo por motores de seis y ocho cilindros, tal como lo hizo el Mustang.
Sin duda que era un rival con el que Ford debía tener cuidado. Pero lo curioso es que el miedo de llevarlo a las líneas de producción no vino por parte de la firma del Óvalo sino de la propia General Motors, que vio en este auto una seria amenaza para el Corvette, el modelo estrella de Chevrolet.
Obviamente, no querían que un Pontiac se acercara o incluso superara la popularidad y prestaciones de aquel. Entonces, lo que hicieron fue retomar mucha de la filosofía del Banshee para integrarla en el Corvette C3, la generación más longeva del deportivo estadounidense.
Muchos años después volvemos a saber sobre el Pontiac Banshee XP-833 (su nombre completo) gracias a que un concesionario KIA en Connecticut (Estados Unidos) que puso a la venta una de las dos unidades existentes de este modelo. ¿El precio? u$s 750.000, algo comprensible si se tiene en cuenta que es el único prototipo sobreviviente.
Bajo el capot este ejemplar tiene un motor de seis cilindros en línea de 3.7 L que está acoplado a una transmisión manual de cuatro cambios que envía la potencia a las ruedas traseras.
Por afuera está impecable y elegante, algo que también sucede en su interior. Pareciera que el tiempo nunca pasó para este Banshee que apenas cuenta con 2.410 kilómetros en sus espaldas. Por como te lo contamos tal vez ya lo hayas deducido: funciona perfectamente.
