
POR WAGNER GONZALEZ
El logro de Lewis Hamilton de ganar su séptimo título de campeón mundial en Fórmula 1 se interpreta de varias maneras: hay quienes dicen que solo sucedió porque tiene el mejor auto y hay muchos otros que afirman que es el resultado de un trabajo minucioso y de esa repetición de ciclos que marcan la historia de la humanidad…
Las competiciones impregnan a la raza humana de varias formas. Se realizan tertulias más o menos animadas que buscan satisfacer el deseo de que un individuo demuestre que sabe más que otro, y hay hombres y mujeres que, superando logros pasados, contribuyen a mejorar la sociedad en varios puntos.

Michael Schumacher tardó casi cinco décadas en ganar siete títulos mundiales y superar los cinco que ganó Juan Manuel Fangio en la década de 1950. Desde el último título del alemán hasta el séptimo de Hamilton fueron menos de dos décadas, una reducción en el tiempo, que se esperaba que fuese aún mayor, pronunciada también en el desarrollo de nuevas vacunas, más específicamente la que podría erradicar COVID-19.
Durante los 47 años que separan el quinto título de Fangio de 1957 y el séptimo de Schumacher en 2004, el mundo se enfrentó a múltiples campeones como Alain Prost (1985, 1986, 1989 y 1993), Ayrton Senna (1988, 1990 y 1991), Jackie Stewart (1969, 1971 y 1973), Nelson Piquet (1981, 1983 y 1987), Emerson Fittipaldi (1972 y 1974), Jim Clark (1963 y1965) y muchos otros, coronados o no. Es decir, no faltaron personas que estuvieron cerca de ser las primeras en vencer al argentino, algunas de ellas pereciendo en el camino, como Senna y Clark. Del alemán al inglés, la pausa fue de solo 16 temporadas.

Lo que exalta el logro de Hamilton son factores de lo más variados y que gravitan dentro y fuera del universo del automóvil. Hamilton formó una asociación sumamente consolidada con Toto Wolff y Mercedes-Benz y utiliza su prestigio para defender causas sociales de la manera que cree que es correcta.
Esto molesta a mucha gente de muchas maneras: Hamilton es negro, usa su habilidad al volante con maestría y explora todo el potencial técnico que le ofrece el poder económico de uno de los conglomerados más grandes del mundo. Como ni los mejores arqueros pueden defender la perfección cuando son derrotados de penales, el inglés no renuncia a viajar en su avión privado, ni siquiera enarbolando la bandera de la ecología. Pecado que los chiítas de lo políticamente correcto no dejan en blanco…

El difunto profesor Herbert Duschenes, maestro de Historia del Arte desde mis días en la FAAP, argumentó que la historia se repite en ciclos cada vez más pequeños, hasta que el sistema implosiona y reinicia el mismo proceso. El séptimo título de Hamilton muestra que estamos cerca de este reinicio, solo espero que su currículum de siete u ocho títulos dure tanto como el descanso que separó a Fangio de Schumacher.
NOTA AL MARGEN
De una forma u otra, la Fórmula 1 sigue viva y su calendario para 2021 marca el regreso, todavía sujeto a confirmación, de una etapa en Interlagos. Un acuerdo para mantener el circuito de São Paulo en el recorrido de la categoría incluyó dos cambios: uno a cargo de la promoción y otro en el nombre de la carrera, que se identificará como el GP de São Paulo. Tamas Rohony, quien podría ser reemplazado por Alan Adler al frente de la carrera, aparentemente no renunció a sus derechos sobre el nombre “Grande Premio do Brasil”. Se espera que la confirmación se anuncie a finales de mes.