Al momento de mencionar al equipo Tyrrell de Fórmula 1 inmediatamente vienen a la mente su protagonismo en el inicio de la década de 1970 y su revolucionario modelo P34, que quedó en la historia por ser el único auto con seis ruedas que ganó una Gran Premio. Pero la escudería fundada por Ken Tyrrell también fue protagonista de otros momentos y no precisamente muy felices. De hecho, en 1984 fue excluido del torneo por hacer trampa.
Aquella temporada la escudería compitió con el Tyrrell 012, un monoposto ideado por Maurice Philippe y construido con varios componentes de fibra de carbono, tal como ya hacían team del nivel de McLaren y Lotus.
El auto, que se estrenó en realidad en 1983 y en alguna carrera estuvo equipado con un enorme alerón trasero en forma de búmeran, era muy ágil, pero penaba por contar con un motor atmosférico Cosworth que poco podía hacer contra los turbo que usaban los rivales.
Tyrrell encaró 1984 con dos debutantes: el inglés Martin Brundle y el alemán Stefan Bellof, quien reemplazaron al italiano Michele Alboreto, que emigró a Ferrari; y al estadounidense Danny Sullivan, que al final del ‘83 decidió volver a correr a su país.
Aunque técnicamente estaba en inferioridad de condiciones, la joven dupla de Tyrrell tuvo destellos con grandes momentos que les permitió entrar en los puntos y hasta subir al podio dos veces gracias al tercer lugar de Bellof en Mónaco y al segundo de Brundle en Detroit, otro callejero.
Pero todo era una ficción, como quedó demostrado pocas horas después de la celebración del novel Brundle y su equipo por el resultado obtenido en el GP de Estados Unidos del Este.
Gabriele Cadringher y el resto de los delegados de la FISA pusieron especial atención en el Tyrrell 012 del inglés. Ante la mirada de Ken Tyrrell el auto superó la tolerancia mínima de 16 kilos. Pero cuando Cadringher pidió revisar el tanque de agua, la tranquilidad del viejo leñador desapareció instantáneamente.
Los comisarios no encontraron agua, sino un líquido pardusco y cientos de pequeñas bolas de plomo. Efectivamente, Tyrrell había hecho trampa para tener el OK de la balanza. Para pasar las verificaciones técnicas reponía los fluidos, como estaba reglamentado, pero al sumarle el plomo al agua incrementaba considerablemente los valores.
Tras descubrirse el fraude, Tyrrell perdió los 13 puntos que había conseguido y fue excluido del campeonato, aunque a los pilotos se les permitió correr durante el resto de la temporada. Ya encuadrado en el reglamento, el Tyrrell 012 volvió a competir en el torneo de 1985 y terminó sus días en la Fórmula 3000 Internacional dentro del Barron Racing Team.