¿Alguna vez te preguntaste quién fue el tipo detrás del icónico DeLorean DMC-12? Pues se llamó John DeLorean y, aunque no es tan conocido como Steve Jobs o Elon Musk, su historia es igual de interesante.
DeLorean fue un ingeniero automotriz y empresario estadounidense. Nació en Detroit en 1925 y comenzó su carrera en la industria automotriz trabajando para General Motors.
Con una mente brillante para los negocios y una gran pasión por el diseño pronto ascendió en la compañía y se convirtió en uno de los ejecutivos más jóvenes de GM. Estuvo involucrado en el desarrollo del Pontiac GTO, considerado como el primer muscle car americano.
Si bien estaba bien establecido en GM, DeLorean siempre tuvo ganas de tener su propia compañía y en 1973 dejó General Motors y creó DeLorean Motor Company (DMC).
DMC estaba destinada a ser diferente a cualquier otra automotriz. DeLorean quería crear un coche deportivo de lujo que fuera diferente a lo que había en ese momento. El resultado final fue el DeLorean DMC-12, un vehículo con un diseño futurista y características únicas como puertas de apertura vertical.
La producción comenzó en 1981 en Irlanda, país que le había asegurado ciertos beneficios. A pesar de contar con el respaldo de inversionistas importantes y el apoyo de celebridades como Johnny Carson y Sammy Davis Jr., DMC se enfrentó a problemas financieros y logísticos que finalmente la llevaron a la bancarrota en 1982 tras producir 9.200 unidades.
EL DELOREAN DMC-12
El DeLorean DMC-12 era un automóvil deportivo de dos puertas con un diseño futurista. Algunas de sus características técnicas incluían:
- Un motor V6 de 2.8 litros con una potencia de 130 caballos de fuerza. Estaba ubicado en el centro trasero del automóvil y acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades.
- El chasis estaba construido con una estructura de acero tubular y una suspensión independiente en las cuatro ruedas.
- El DeLorean DMC-12 se caracterizaba por su diseño futurista y aerodinámico. La carrocería estaba construida con acero inoxidable, lo que le daba un aspecto único y distintivo. Tenía unas líneas limpias y unas formas muy geométricas con una gran cantidad de paneles y vidrios curvas. El parabrisas y las ventanillas laterales eran de un solo vidrio con una curva muy pronunciada.
- El deportivo de DMC aceleraba de 0 a 100 km/h en 10 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 160 km/h.
- El interior era muy minimalista y contenía pocos botones y controles. El tablero de instrumentos era digital y tenía un diseño muy sencillo. Los asientos eran de cuero y el volante era ajustable.
- En cuanto a la seguridad tenía frenos de disco en las cuatro ruedas y estaba equipado con un sistema de seguridad de tres puntos de cinturones de seguridad.
CREADO CON LA INGENIERÍA DE LOTUS
Para llevar a la realidad a su vehículo, DeLorean contó con la ayuda de Colin Chapman, fundador de Lotus Cars y propietario del equipo Lotus de Fórmula 1.
DeLorean admiraba el trabajo de Chapman en el diseño y la ingeniería de automóviles y buscaba emular su enfoque en la simplicidad y la eficiencia en su propia compañía. Chapman, por su parte, valoraba el talento de DeLorean y su experiencia en General Motors.
Colin Chapman: De ser el genio de la Fórmula 1 al rumor de haber fingido su muerte
Chapman ayudó a DeLorean a desarrollar el DMC-12 proporcionando asesoramiento técnico y apoyo en el diseño y la ingeniería del automóvil. Lotus también fabricó los chasis y los componentes mecánicos.
En términos de diseño, el DeLorean DMC-12 tenía algunas similitudes con los modelos de Lotus, como la suspensión independiente en las cuatro ruedas y el motor trasero colocado centralmente.
EL OCASO DE DELOREAN
Pese a las expectativas que DeLorean había depositado en su deportivo, el DMC-12 fue un rotundo fracasó. En primer lugar, el automóvil tenía un precio de venta elevado en comparación con otros deportivos de su clase: DeLorean había dicho que saldría 12.000 dólares (de ahí el “12” de su nombre), pero finalmente costó 24.000 dólares.
Este incremento en el precio atentó directamente contra las ventas y provocó una crisis financiera en DeLorean Motor Company que afectó la producción, la disponibilidad y el suministro del modelo. Además, hubo problemas con el diseño y la calidad del automóvil, incluyendo fallas con las puertas y la suspensión.
Como si eso fuera poco, DMC fue objeto de una investigación gubernamental en Irlanda por presunto fraude financiero, lo que dañó su reputación y la confianza en la marca. Para colmo, DeLorean también enfrentó en su país un juicio por lavado de dinero y tráfico de drogas.
DELOREAN EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS
DeLorean fue acusado en 1982 de conspirar para lavar dinero y traficar cocaína luego de haber sido atrapado en una operación encubierta llevada a cabo por el FBI.
Según la acusación, el empresario había acordado utilizar su compañía, DeLorean Motor Company, para lavar el dinero que recibiría a cambio de facilitar un tráfico de cocaína de 200 kilos.
DeLorean se había reunido varias veces con agentes encubiertos, quienes se hacían pasar por inversores y traficantes de drogas interesados en ayudarlo a salvar su compañía en crisis.
El juicio comenzó en enero de 1984 y fue uno de los más mediáticos de la época. DeLorean se defendió alegando que había sido víctima de una estratagema del FBI para incriminarlo y que nunca había tenido intención de cometer ningún delito. Además, argumentó que había sido presionado para aceptar la oferta de los agentes encubiertos debido a los problemas financieros de su compañía.
Finalmente, en agosto de 1984, DeLorean fue declarado inocente de todos los cargos en su contra. El jurado aceptó que DeLorean había sido víctima de una “entrapment” (provocación ilegal) por parte del FBI y que no había tenido intención de cometer ningún delito. No obstante, el juicio tuvo un impacto significativo en su carrera y en su reputación.
REDIMIDO A TRAVÉS DE UNA PELÍCULA
Aunque el DMC-12 fue un verdadero fracaso, logró redimirse en gran medida gracias al uso del automóvil en la película Volver al futuro de 1985. En el film, el DeLorean es utilizado como una máquina del tiempo, lo que atrajo la atención del público hacia el automóvil y le dio una nueva vida.
El éxito de taquilla de la película, que tuvo otras dos partes, provocó algo DeLorean había siempre había soñado: que su auto fuera parte de la cultura popular de los Estados Unidos, aunque esto sucedió de una manera muy distinta a la que él mismo había pensado.
Hábil para los negocios, John DeLorean había decidido aprovechar la fama de su auto en la pantalla grande para crear una empresa de relojes de alta gama llamada DeLorean Time. Sin embargo, la muerte lo sorprendió en 2005, a los 80 años. Aunque su historia es complicada y llena de altibajos, no se puede negar que fue un visionario que trató de cambiar el mundo a su manera.
